El emprendimiento digital femenino como una forma de romper barreras

Por Karen Antinopai, Mentora de la Red de Mentores 3IE USM
Descubrí que quería ser emprendedora digital mientras cursaba mi último año de universidad, ya que necesitaba generar ingresos mientras realizaba mi proyecto de titulación. En esos años palabras como e-commerce, marketplace o redes sociales eran desconocidas en nuestro país. Pero buscando información sobre “libertad financiera” descubrí la palabra clave “ingresos pasivos”, esos que son capaces de generar ingresos incluso mientras duermes. Así, después de mucho indagar, descubrí que además de los bienes raíces, los negocios digitales también podrían ayudarme a generar ese tipo de ingresos. Desde ahí comencé a emprender desde cero, sin recursos económicos, solo con las ganas y con los conocimientos técnicos y profesionales que he ido adquiriendo durante todos estos años. Hoy continúo emprendiendo en bienes raíces, servicios y productos a través de distintos modelos de negocios digitales, en diversas plataformas de comercio electrónico. Y en ese camino he conocido a muchas mujeres de distintas edades con ganas de emprender o de hacer crecer sus negocios a través de plataformas digitales, pero con muchos miedos al uso de las tecnologías. Por esa razón, y con el fin de ayudarlas, es que decidí compartir mis conocimientos y experiencia a través de relatorías y mentorías, orientadas a apoyarlas a dar el salto y comenzar a pensar en digital en pro de sus negocios y proyectos de vida.
Mi visión del emprendimiento digital es que sea una herramienta para la generación de ingresos pasivos y sostenibles. La tecnología es un aliado clave para el éxito de los negocios en línea, y las mujeres pueden aprovechar esta oportunidad para emprender y ser dueñas de su propio destino económico. Estos emprendimientos tienen el potencial de transformar la forma en que las mujeres generan ingresos. Permite que puedan trabajar desde cualquier lugar del mundo, sin restricciones de tiempo ni de espacio, y les brinda la oportunidad de crear un negocio rentable y escalable. Además, es una opción atractiva para las mujeres que buscan un equilibrio entre su vida laboral y familiar, ya que les permite trabajar desde casa y gestionar su tiempo de manera más eficiente.
Mi visión es que las mujeres tengan un papel cada vez más relevante en la economía digital del país. Creo que la tecnología y el acceso a internet son herramientas poderosas que nos permiten conectarnos con el mundo y romper barreras geográficas y culturales. En ese sentido, considero que el mercado digital ofrece una gran oportunidad para las mujeres emprendedoras de superar los obstáculos que muchas veces se presentan en el mundo físico.
Una de las claves para lograr esta visión es fomentar la educación y la capacitación en habilidades digitales para las mujeres. Estas, muchas veces tienen menos acceso a la tecnología y esto las limita a la hora de emprender en línea. Por ello, es necesario invertir en programas que les permitan adquirir las habilidades necesarias para desarrollar sus negocios digitales.
Por último, creo que es fundamental crear políticas públicas que fomenten el emprendimiento digital. Esto puede incluir incentivos fiscales, acceso a financiamiento, y programas de incubación y aceleración de empresas digitales lideradas por mujeres. El Estado puede jugar un rol clave en la promoción del emprendimiento femenino y en la construcción de una sociedad más igualitaria y justa.
Fuente: La Quinta Emprende