Gestión de emociones y la importancia en el emprendimiento

Por María Esther Fernández, Comunicadora, Relacionadora Pública y Coach Mentora de la Red de Mentores 3IE-USM
En el mundo del emprendimiento, la gestión emocional es crucial, tanto como las habilidades técnicas. Enfrentar constantes desafíos conlleva a procesos de cambio continuos en diversos escenarios. Pasar de la emoción a los números implica equilibrar la pasión y la lógica. Requiere un enfoque consciente y estratégico, donde la capacidad para manejar las emociones sea un eslabón fundamental para los emprendedores en su desarrollo interpersonal y en la toma de decisiones.
Las emociones positivas, como la motivación y la pasión, impulsan la creatividad y la perseverancia necesaria para superar los obstáculos. Por otro lado, el miedo y la frustración pueden servir como señales de alerta ante posibles riesgos, pero también influir en la toma de decisiones racionales. El miedo genera en nuestro cerebro adrenalina y cortisol para aumentar nuestra capacidad de atención, reacción y concentración. El problema surge cuando se incrementa, paraliza y bloquea, interfiriendo en la capacidad de acceder a los recursos que los emprendedores tienen para afrontar los desafíos.
Es frecuente observar que los emprendedores se enfocan únicamente en levantar modelos de negocios y asegurarse de que funcionen. Se centran intensamente en la creación y en la presión por obtener resultados financieros. Esto lleva las emociones personales a un segundo plano, sin considerar que para el éxito sostenible de un emprendimiento es clave la gestión de estas. Ignorar las emociones conduce al agotamiento, al estrés, a dificultades en la comunicación y a una menor flexibilidad frente a los cambios.
En los últimos años, hemos observado un notable reconocimiento de la importancia de la inteligencia emocional y el bienestar personal en el mundo empresarial. Muchos emprendedores ahora exploran enfoques para equilibrar sus negocios con la atención en sus emociones. Esto puede incluir prácticas como el mindfulness, búsqueda de apoyo y desarrollo de habilidades en el manejo emocional.
Desde mi rol como Coach y Mentora, tengo la certeza de que la gestión de emociones debe ser parte integral de la vida personal, profesional y de la experiencia emprendedora. El manejo adecuado de estas marca la diferencia entre el éxito y el fracaso en el mundo empresarial. Desde crear una conexión genuina con los clientes, mostrando autenticidad, empatía e interacciones para construir relaciones sólidas que se traduzcan en lealtad, hasta llegar a las ventas.
Debemos tener claro que todas las decisiones que tomamos están influenciadas por una emoción y que la mentalidad adecuada para gestionarla impulsa la energía y la determinación. La gestión emocional positiva impulsa a crear y visualizar expectativas poderosamente motivadoras, que se traducen en buenas decisiones.
Para concluir, los invito a integrar el desarrollo de la gestión de emociones en los emprendimientos. Con un enfoque que marque la diferencia en el éxito de sus negocios. Comprender y trabajarlas de manera consciente los llevará más allá de lo abstracto, transformando los resultados tangibles en forma de números esperados.
“No olvidemos que somos el resultado de nuestras propias decisiones y que el emprendimiento no solo es un recurso financiero, sino también emocional”.
Fuente: La Quinta Emprende